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Gestión Tecnológica y Competitividad

Un ingrediente básico para impulsar la competitividad empresarial consiste en conocer las tendencias de desarrollo tecnológico que tendrán impacto en el mercado.

Para anticiparse a los cambios, identificar las oportunidades y actuar en forma oportuna, es necesario adquirir y fortalecer la capacidad de gestionar el cambio tecnológico y la innovación. Una buena medida para enfrentarse a las continuas transformaciones que vivimos es adoptar métodos adecuados de Gestión Tecnológica.

La necesidad de un continuo y acelerado acoplamiento tecnológico por parte de las empresas e instituciones gubernamentales y privadas nos conduce a adoptar medidas que permitan acceder a información especializada como nunca antes lo habíamos hecho, o quizá incluso a contratar especialistas para este propósito. Atrás se están quedando las medidas de carácter eventual o esporádico, como puede ser la consulta en Internet ya que el intenso ritmo de desarrollo tecnológico demanda la integración de estrategias permanentes de Gestión Tecnológica.

Estrategia inclusiva a través de la Gestión Tecnológica

La Gestión Tecnológica incorpora a la visión de futuro la definición de objetivos tecnológicos, la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para determinar y llevar a cabo los proyectos de desarrollo dentro de las empresas y las organizaciones públicas y privadas.

Si bien sabemos que el proceso de desarrollo mediante la innovación es cambiante e imprevisible, esto no impide que pueda planearse, sistematizarse y organizarse mediante un sistema de Gestión Tecnológica.

Herramientas para la Gestión Tecnológica

Para desarrollar las actividades de Gestión Tecnológica, existen prácticas, métodos y herramientas de probada eficacia y que están en etapa de madurez. Entre ellas, destacan las siguientes:

1. Mapeo de Ruta Tecnológica. Es una herramienta que parte de alinear la visión y necesidades futuras del mercado para generar productos y servicios que se adecuen a estas necesidades.

2. Vigilancia Tecnológica y Competitiva. Es un proceso sistemático que proporciona información proveniente del entorno para poder interpretar, analizar y difundir evidencias y hallazgos para la toma de decisiones. La información resultante de la toma de decisiones, se gestiona para crear en la empresa una cultura de aprendizaje continuo.

3. Administración de Proyectos de Desarrollo Tecnológico. El propósito de esta herramienta es reducir los riesgos implícitos en todo desarrollo tecnológico y asegurar, en la medida de lo posible, que la empresa u organización obtenga los mejores resultados de su inversión. Esta actividad consiste en integrar mediante elicitación, tratamiento, depuración o colaboración, la información necesaria para elaborar los términos de referencia de cada proyecto de desarrollo. La planeación, evaluación y seguimiento de impactos son aspectos clave que deberán ser incluidos para administrar adecuadamente los proyectos.

Los beneficios financieros no son los únicos. Existen otros beneficios menos tangibles, pero igualmente importantes, como el aumento en la satisfacción del personal, que influye una mayor motivación y mejora la eficacia del equipo, el prestigio de la empresa o la relación del impacto económico, social y ambiental que resulta del uso del desarrollo tecnológico.

4. Gestión de la Propiedad Intelectual. Consiste en la adecuada administración de los derechos patrimoniales de carácter exclusivo que otorga el Estado, por un tiempo determinado, a las personas físicas o morales que llevan a cabo creaciones artísticas o que realizan invenciones o innovaciones. Entre los beneficios de la gestión de la propiedad intelectual se encuentra el incrementar el valor del activo intangible que representa el conocimiento, a través del licenciamiento o comercialización de la tecnología, la explotación de los derechos de exclusividad y la adecuada apropiación e institucionalización del conocimiento.

5. Vinculación y Difusión. La vinculación buscan fomentar la creatividad e innovación mediante acciones coordinadas de transferencia del conocimiento entre los centros de investigación, las instituciones de educación superior y los distintos actores empresariales y gubernamentales. La vinculación y difusión posibilitan que el conocimiento y capacidades desarrolladas a través de la investigación y desarrollo, puedan transferirse a organizaciones públicas y privadas, instituciones gubernamentales y entidades sociales.

Todos estos métodos, prácticas y herramientas deben utilizarse de acuerdo con las necesidades de Gestión Tecnológica de cada empresa u organización, por lo que es necesaria una reflexión profunda al interior de la organización para conocer sus requerimientos y la forma como pueden avanzar hacia una mejor Gestión Tecnológica.